Hay muchas formas de tener una Smart TV en casa sin comprarse el último modelo de algún fabricante ni tirar nuestra vieja tele, ya sea con dispositivos externos, con un miniPC o con una Raspberry Pi.
También hemos visto que hay multitud de sitios y de servicios desde los que obtener contenido para nuestra Smart TV.
Pero todos sabemos que hay contenidos y servicios a los que no vamos a poder acceder por estar limitados geográficamente, es decir, que solo pueden acceder a ellos los que estén dentro del área geográfica permitida por el servicio.
Navegación en Internet
Cuando nos conectamos a internet se nos entrega un identificador público (una dirección IP) reconocido por otros puntos de internet, estas direcciones las entregan los proveedores de acceso a internet a sus clientes como parte de su servicio de conexión.
Para organizar la asignación de direcciones se crearon organismos que realizan la gestión de las direcciones en cada uno de los continentes, así se realiza una primera división en función del organismo que gestione la dirección IP que estamos utilizando, simplemente conociendo ese dato ya es posible saber a qué continente pertenece una dirección IP.
Además, cuando un proveedor solicita un grupo de direcciones IP en la asignación se identifica el país en el que se utilizarán cada uno de los distintos bloques asignados, así, si conocemos la dirección IP de una conexión podemos conocer de forma altamente fiable el país de origen de dicha conexión, y en muchos casos, no solo eso, sino la región específica dentro del país.
Limitaciones geográficas
Hay servicios de contenido por internet muy populares, como Hulu, que no pueden verse fuera de los EEUU o servicios como Netflix que ofrecen un catálogo distinto en función del país en el que te suscribas, por supuesto, también hay países que censuran algunos tipos de contenidos por motivos políticos o legales.
Además de todo esto, algunos canales de televisión tradicional o proveedores de internet ofrecen a sus suscriptores un servicio de streaming de contenidos que solo está disponible si la dirección IP desde la que se realiza la conexión pertenece al mismo país que el servicio. Sin hablar de la disparidad de precios de la misma suscripción en función del país de la misma.
¿Se pueden evitar las limitaciones geográficas?
Hay varias formas de evitar estas limitaciones, pero entre las más populares se encuentran los proxies y las VPN.
No vamos a entrar en detalles acerca de qué es una VPN o qué es un proxy, solo indicaremos que normalmente los proxies son bloqueados rápidamente por los operadores y que una VPN introduce un nivel de seguridad pues todo el tráfico se envía cifrado de extremo a extremo.
Además, una VPN crea un túnel privado lo que suele ofrecer mayor estabilidad en la conexión, cosa recomendable al conectar a un servicio de streaming.
Puntos importantes al evaluar una VPN
No todas las VPN son iguales, algunas pueden funcionar mejor en algunos escenarios y otras en otros escenarios, estas son las cosas que siempre hay que tener en cuenta a la hora de elegir un servicio de VPN:
- Compatibilidad: Es fundamental comprobar que existe una versión del cliente de VPN para el dispositivo que vamos a utilizar (por ejemplo, una Raspberry Pi), o en su defecto que pueda ser utilizado en un rúter doméstico.
- Número de servidores y países: Cuantos más servidores tenga el servicio de VPN más fácil será encontrar uno dentro de la región a la que queremos conectarnos.
- Rendimiento: Este punto es muy importante, pues muchos servicios de VPN provocan una reducción importante de la velocidad de la conexión.
- Límites de descarga: Los servicios de streaming consumen muchos datos, por lo que es importante que el servicio no tenga límites de transmisión.
- Seguridad: Ya que vamos a contratar un servicio de VPN, que además de la televisión nos sirva, por ejemplo, para tener seguridad en nuestro teléfono o en nuestro portátil al conectarnos a redes wifi públicas.
¿Cómo se conecta una Smart TV a una VPN?
Básicamente hay tres formas de conectar la Smart TV mediante una VPN, las detallamos a continuación:
- Conectar la Smart TV a una VPN usando un router: Hay routers que permiten la instalación del cliente de VPN o que incluyen el cliente de VPN en su firmware, esta opción permite además de conectar la Smart TV, dar un extra de seguridad a todos los elementos de nuestra red.
- Configurar la VPN directamente en la propia Smart TV: Un buen proveedor de VPN tendrá software instalable para un elevado número de dispositivos e instrucciones detalladas para su instalación.
- Uso de add-ons de Kodi si es compatible con tu Smart TV: Hay diversos add-ons que nos ayudarán a conectar a una VPN como el popular Zomboided.
La elección de la forma de conectarse dependerá de nuestros gustos y de nuestros requisitos, establecer la VPN en el router hace que todo el tráfico de la red esté protegido y seguro, pero genera problemas para cambiar la configuración de conexión del cliente de VPN pues puede interrumpir la conexión del resto de dispositivos.
La segunda opción es siempre la más versátil pues permite instalar el software de cliente del proveedor y hace que podamos cambiar la configuración de conexión de la Smart TV sin perturbar el funcionamiento del resto de dispositivos.