Por fin empezamos a tener noticias de la aplicación de la Ley Sinde, y ya se han producido las primeras actuaciones contra algunos sitios web de descarga. La así denominada «Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual del Ministerio de Educación» ha empezado a enviar notificaciones para solicitar la eliminación de los enlaces.

Hemos podido saber que Bajui ha recibido una notificación de cierre, aunque de momento sigue funcionando con normalidad, pero también que primero Cinetube ha eliminado sus enlaces y posteriormente Vagos ha cerrado el foro nada más recibir la primera notificación y la consiguiente amenaza.

Si nos olvidamos de los montones de detalles jurídicos que hay detrás de todo esto, creo que todo el mundo al que conozco tiene claro que en el fondo bajarse gratis de Internet algo que cuesta dinero está feo. Yo al menos así lo pienso.

En mi opinión el auténtico problema aquí está en que tampoco hay alternativas «legales» para hacerlo. Prácticamente todas las series, pelis y documentales que tengo en mi lista para ver todavía no están disponibles en ningún sitio. Excepto en las páginas de descargas, claro.

Y el segundo problema, más grave aún y el que personalmente más me cabrea, es que todo esto sigue oliendo a chiringuito. Sin ser un experto en leyes, así es como yo lo veo cuando me pongo en la cabeza de uno de estos señores:

  • He hecho una peli, es mía y solo mía.
  • Voy a promocionarla hasta el absurdo para hacer que todo el mundo quiera verla.
  • Pero luego no les voy a dejar verla.
  • Cuando se cansen de esperar, sólo entonces les dejaré que vayan a las salas de cine a verla. Y les cobraré una pasta.
  • Y luego les tendré otra temporada sin poder verla.
  • Finalmente les dejaré que se la compren en DVD por 25€. Pero siempre que tenga previsión de vender unos cuantos, porque si no he ganado suficiente pasta hasta ahora, probablemente ni la saque en DVD.
  • Y sólo cuando haya conseguido el suficiente dinero se la daré a los sitios esos de «videoclub en Internet», para ver si todavía queda alguien que quiera verla.
  • Eso sí, en caso de que alguien quiera ver mi peli de otra manera lo meto en la cárcel.
  • ¿Que en este país no hay leyes para meterlos en la carcel? Pues sobornaré a los políticos para conseguirlo. Me resulta muy fácil, porque mis amigos son cantantes y actores populares que puedo utilizar para inclinar la balanza electoral en un sentido u otro.
  • Y una vez que lo haya conseguido, y tenga mi ley, nombraré a un grupo de personas que se encarguen de meter en la cárcel a todo el mundo que no la cumpla.
  • Bueno, y ya de paso a todo el que no me guste.
  • Se que esto no va a durar para siempre, porque algún día alguien se dará cuenta y me cerrará el chiringuito. Pero me da igual, porque entonces ya me habré montado otro.

Es un buen plan. Algo que sólo se podría haber conseguido en España.

Por aportar mi granito de arena, yo propongo cambiar el nombre al grupo de personas que tienen esta labor de perseguir y condenar, ya que no me parece que «Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual del Ministerio de Educación» sea un nombre a la altura de tan infame trabajo.

Propongo rebautizarlos como «La santa inquisición española«.

Eso sí que es un nombre con fuerza 🙂

Qué país…