Es posible que te hayas puesto alguna vez a buscar entre las aplicaciones que vienen en el App Store de tu Smart TV, y hayas acabado preguntándote sobre el motivo de que no haya aplicaciones para el público adulto.

Todo son jueguecitos, vídeos, redes sociales, dibujos animados, … pero no encontrarás cosas como contenido erótico, apuestas o cine de terror en tu televisión conectada LG o Samsung.

Como padre con niños en casa estoy totalmente de acuerdo en que el contenido para adultos no esté accesible nada más desempaquetar la tele, pero como consumidor empiezo a estar un poco cansado de que otros decidan las cosas que puedo ver y las que no en un dispositivo por el que he pagado.

No es difícil aventurar los motivos que llevan a las plataformas de Smart TV a tomar esta posición tan conservadora. No teniendo muy claro el peso relativo de cada uno en la decisión final, yo apostaría por tres factores:

  • Conseguir una imagen de dispositivo «familiar»: Siguiendo el camino iniciado por Apple hace un tiempo, quitar el material para adultos de las teles las acerca más a los menores de edad. La idea no es mala, aunque se me ocurren varios métodos muy efectivos para poner un control de acceso a los menores sin quitárselo a los adultos.
  • Evitar los problemas legales que conllevan la distribución de materiales para adultos: No conozco los requisitos legales para distribuir contenido erótico o pornográfico, pero esta es la principal razón de que plataformas como XBMC no tengan plugins para adultos en su repositorio oficial. Cuando hablamos de grandes empresas como LG y Samsung yo pensaría más en la imagen como causa principal (el punto anterior), aunque la legislación en España en ámbitos como las apuestas online es bastante restrictiva. Es un negocio muy rentable, pero complicado.
  • Desconocimiento de la industria del entretenimiento para adultos: Un motivo también importante para dar la espalda a esta industria tan lucrativa puede ser el desconocimiento sobre cómo funciona. Es una buena forma de ganar dinero y otros medios como las cadenas de televisión o los periódicos nunca han puesto demasiados reparos, pero quizá la industria tecnológica sea demasiado diferente de la del mundo del espectáculo.

Una conversación hace unos días me dio la idea para escribir esta entrada, centrándola en los que a mi modo de ver son los 3 grandes grupos de contenidos para adultos que parecen estar vetados en las Smart TV.

Vídeos eróticos o pornográficos

El porno. Hay una broma entre informáticos que dice que el porno ha sido uno de los más grandes impulsores de Internet, tanto en la publicidad, como en el vídeo online y los medios de pago. Si no la has visto todavía hay una interesante película que cuenta la historia de cómo se desarrolló el negocio del porno por Internet, llamada Middle Men.

Sin embargo es imposible encontrar porno en las televisiones de Samsung o LG. En los años de vida de las plataformas de Smart TV de estos dos fabricantes ha habido otras carencias importantes, como la disponibilidad de un navegador abierto, el soporte a Flash o los juegos, que han ido solucionando gradualmente. Pero la tecnología no ha evolucionado lo suficiente para incluir apps porno.

Aunque hay una excepción, de la mano de Philips y Panasonic.

Es algo que no verás en la publicidad de los televisores de Philips, claro está, pero si quieres ver contenido erótico en tu Smart TV la mejor opción es Philips sin duda.

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Algo habrá tenido que ver que el origen de la marca Philips sea holandés, en contraste con el origen coreano de LG y Samsung, y el hecho de que en Holanda el sexo y las drogas siempre hayan tenido un tratamiento especial.

Juego y apuestas online

Seguro que no conoces a nadie que consuma pornografía, pero tampoco conocerás a nadie que realice apuestas por Internet. Quién iba a hacer algo así, claro, como mucho una vez por probar nada más.

Ese es el motivo de que las apuestas sean uno de los negocios más lucrativos de Internet, con portales de apuestas muy potentes que mueven mucho dinero con importantes picos en los grandes eventos deportivos.

Pero no podrás hacer tus apuestas desde la tele tampoco.

Podrás jugar al poker online en el ordenador como Rafa Nadal, o al bingo con Telecinco, incluso podrás ver como sería hacerlo en la tele probando juegos desde la TV del hotel.

¿Por qué no en tu Smart TV?

Cine de terror

No es un gran negocio, el cine del terror tiene menos audiencia que los anteriores y no puede decirse que tenga un público masivo. Pero siempre me ha sorprendido que los sitios de pelis online a lo yonki tienen un montón de películas de terror. ¿No te has fijado?

Coges la portada de Cinetube, de Yaske o de cualquier portal grande de pelis online y te encuentras con un buen montón de películas de terror. Hasta el punto de que intento curiosear entre las novedades de la semana cuando mis hijos no están delante, para que no saltemos de la portada del DVD de Dora la Exploradora a una de esas portadas de peli de terror japonesa que les puede dejar una noche sin dormir con pesadillas.

El cine de terror no tiene un público numeroso, pero parece tener una buena selección de títulos disponibles y cuando están en las portadas de los grandes sitios yonkis será porque hay alguien al que le gusta. Porque esos sitios buscan audiencia, como cualquier otro medio.

¿Es realmente necesario ese control?

Las barreras para acceder a ciertos contenidos desde las teles, o desde el iPad, no es algo que me quite el sueño en realidad. Puedes ver todo el porno que quiera desde el navegador abierto que tienen las nuevas teles, apostar desde el iPad a tu deporte favorito, o consumir todo tipo de contenidos no aptos para menores conectando el dispositivo adecuado a la tele.

Pero no creo que sea tan difícil implantar un sistema que mis hijos no puedan saltarse, que me permita elegir lo que pueden y no pueden ver en la tele, en el iPad, en Android o en cualquier sitio.

De esta forma además de quitarles el porno y el bingo, puedo quitarles los canales de tarot, los deportes violentos, los telediarios escabrosos, y los debates de gentuza gritando todos a la vez entre insultos.

He pagado por mi tele, me gustaría poder elegir cómo usarla.