El lunes por la noche se me hizo tarde preparando la actualización de pelisalacarta. Quería revisar que todos los cambios funcionaran bien, había algunas cosas que fueron mal en el último momento, y al final acabé metiéndome en la cama a una hora intempestiva.
Me fui a dormir satisfecho, pero al día siguiente tenía que levantarme pronto por la mañana. Llevar al niño al cole, ir a trabajar… la rutina diaria.
Normalmente intento llevar un ritmo de sueño constante, pero en ocasiones el día a día me impide hacer las cosas que me gustan y acabo cogiendo prestadas horas al sueño.
Y claro, todo tiene consecuencias.
El día después
Al día siguiente cuando suena el despertador no suele ser complicado despertarme. He dormido pocas horas, así que mi cuerpo no ha tenido tiempo de coger un sueño profundo.
Me levanto despistado, eso sí, y ese día mi cabeza no funciona al 100%.
Cuando me encuentro en esta situación intento aprovechar para hacer esas llamadas de teléfono que tenía pendientes, y trato de convocar alguna reunión de trabajo. Es mejor hablar, te mantiene despierto, que leer o programar.
En general es un día poco productivo, pero aprovechándolo en esas pequeñas tareas rutinarias puedes pasarlo más o menos bien.
Intento dormir una siesta a mediodía, porque de lo contrario por la tarde ya no soy más que una sombra de mi mismo, y me voy a dormir pronto.
El día siguiente
Duermo más horas de lo normal, claro, aunque con dos niños en casa no recuerdo bien lo que es dormir del tirón una noche 🙂
Hoy ya no me duele la cabeza, el cuello o la espalda, gracias a las horas de sueño, pero tampoco es el mejor día para construir puentes colgantes. A menos que quiera que se derrumben a la mínima.
Suele ser un día más normal, y simplemente soy una persona que claramente tiene sueño atrasado. Bostezo, tomo más café de lo normal, y el día transcurre con normalidad.
El tercer día
Vuelvo a dormir las horas reglamentarias, y alguna más.
La diferencia con los días anteriores es que hoy noto de nuevo esa chispa. Ese hormigueo. Esa sensación de que construir puentes colgantes es un aburrimiento, cuando podría estar construyendo puentes entre las estrellas.
Hoy las reuniones me parecen una pérdida de tiempo, odio hablar por teléfono y prefiero sentarme en el ordenador. Los dedos no pueden moverse más deprisa.
Claramente, tengo que dormir más.
Me pasa lo mismo, pero sin niños 😉
Lo de los niños es el próximo nivel cuando se trata de dormir poco 🙂
Bueno……a mi me encanta que ayas decidido actualizar pelisalacarta cada lunes, definitivamente ha mejorado estratosfericamente la calidad del plugin, que de por si ya era bueno……pero prefiero que duermas bien aunque actualices cada 15 dias……Saludos desde México.
Me alegro que te guste más así, eso es que fue buena idea 🙂
De todas formas no te creas, en realidad resulta mucho mejor hacerlo semanalmente. Hay menos cambios que integrar, así que el proceso es más sencillo.
Y como lo hago todas las semanas la parte de la publicación la tengo bastante automatizada, sólo quedan algunas cosas que de momento sigo haciendo a mano.
Hola Jesús! Pienso lo mismo que @primo_4c4. Actualiza cada dos semanas, si te querremos igual!!! 🙂
un abrazo!
Te digo lo mismo, en realidad es más fácil haciéndolo semanalmente.
Pero esta entrada no es ninguna queja ni nada parecido…
El lunes simplemente se me torció la cosa al ir a publicar, he pasado unos días con el sueño arrastras, y anoche antes de irme a dormir se me ocurrió publicar una entrada para contarlo 🙂
Seguro que no es la última vez que me pasa, recuerdo que la primera versión del programa para descargar de TV3 me costó una noche completa en vela. Aprendiendo Tcl/Tk, py2exe e InnoSetup para hacer el instalador, etc. A veces simplemente no hay otro momento para hacer las cosas.
Eres un crack! Jajajaja me veo totalmente identificado contigo en lo de la falta de sueño (yo tengo tres…) tu único consuelo podría llegar el día en que uno de los dos te cojan el relevo o te echen un cable………
Un abrazo!
Tres… me da sueño sólo de pensarlo 🙂