Para realizar este documental se han tomado películas en blanco y negro de la época y se ha coloreado su metraje, devolviendo vívidamente el pasado a la vida. Las películas ofrecen una visión de una de las décadas más turbulentas de la historia británica, capturando a una nación decidida a permanecer estable frente al caos económico y político en toda Europa.
En este primer capítulo, historiadores sociales y personas con implicaciones directas con las imágenes exploran cómo era realmente la vida cotidiana de las personas en los años 30: las duras condiciones laborales y la incertidumbre, pero también nuevas oportunidades para el ocio y mayores libertades sociales a pesar de la inminencia de la guerra.