Tras despedir a su representante, Simon Fuller, las Spice Girls se enfrentan a un acoso mediático sin escrúpulos. Los editores de los principales periódicos y revistas tenían muy buena relación con Fuller y se posicionan claramente en su bando. La propia industria también se vuelve hostil. La banda se ve obligada a defenderse y la tensión empieza a resquebrajar la relación de las chicas. Geri abandona el grupo y las cuatro restantes comienzan su gira mundial con equipos de cámara siguiendo sus vidas.