Se puso de moda en los años 90: comprar una semana de un apartamento compartido con otros 50 propietarios. Era la multipropiedad. Muchas de las personas que compraron en aquella época se han hecho mayores, apenas aprovechan su semana de vacaciones, pero tienen que seguir pagando las cuotas de mantenimiento. Intentan vender su multipropiedad pero apenas hay mercado para ello. Su multipropiedad se ha convertido en un lastre del que no pueden deshacerse
Las reclamaciones para deshacerse del “Time Share”, como se conoce en Europa, están aumentando, sobre todo a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo. El alto tribunal ha declarado nulas las ventas a perpetuidad hechas después de 1999 en que se aprobó la ley que regulaba el sector. Algunas empresas hicieron una interpretación errónea de esta normativa y siguieron vendiendo a más de 50 años. Tampoco podían vender semanas flotantes, en las que no sé especifica dónde ni cuándo se va a disfrutar de las vacaciones, pero continuaron haciéndol