La llegada fortuita de Soledad a la casa de los Bacigalupe evita que Aurelio se propase con Anabel. El joven militar consigue disfrazar la escena alegando que él solo intentaba salvar a la muchacha de un vahído. La criada traga con la mentira y Aurelio le amenaza: Marcos jamás debe enterarse de lo sucedido. La salud de Lolita arroja muy pocas esperanzas. Toda su familia la arropa y ella pide a Ramón y a Carmen que cuiden de Antoñito y Moncho. En el altillo todos lamentan el mal pronóstico de su amiga. Los Olmedo rabian al descubrir que su robo es imposible por la inundación del butrón. Pero no se trata de algo fortuito, el saboteador es su nieto Miguel que se enfrenta a sus abuelos: tienen que dejar la delincuencia. Arantxa regresa al barrio para ver a su señora regresada de entre los muertos… Y porque tiene un asunto que hablar con Cesáreo. Genoveva, recién salida de la cárcel, se muestra como una heroína frente al barrio tras hablar con Natalia para que se alejara de Antoñito.