La enfermedad de Lolita es incurable y las criadas se apiadan de su antigua compañera mientras Antoñito lucha por encontrar a algún doctor que tenga cura para el mal de su mujer. Los Olmedo aceptan dejar la delincuencia y arrancan con un plan para retomar la actividad del restaurante con la ayuda de su nieto Miguel, que sufre con las insinuaciones de Aurelio. Anabel se recupera de la droga suministrada por el militar mexicano, quien en una visita le cuenta una historia diferente sobre su vahído y la muchacha parece creerle. Cesáreo, feliz por su futuro junto a Arantxa, pone orden en sus cosas para marchar junto con ella al País Vasco. Indalecia regresa al barrio de improviso mientras Servando planifica una noche “de hombres” para despedir al sereno antes de su boda. Genoveva apadrina a Natalia y le aconseja sobre cómo sobrevivir en el barrio. Pero un duro encuentro en la calle entre Carmen y la criolla pone de manifiesto la difícil labor que tiene por delante.