El equipo de la comisaría debe enfrentarse a un tiroteo con una víctima mortal y un herido del que se pierde el rastro. Charlie y Lucas, a pesar de la rivalidad que siempre les ha enfrentado, deberán encargarse del caso.  La decisión viene dada por las medidas adoptadas por el comisario Castilla, que se ve obligado a separar a Charlie y Pope después de que se pelearan durante un operativo.