Atendiendo la petición del Superintendente Vicente, el profesor Bacterio lleva a las oficinas de la T.I.A. una serie de inventos que convertirán a los agentes en supermanes: sardinaman para desenvolverse bajo las aguas... Urracoman para surcar los aires..., Mulaman para tener una fuerza de no te menees... Mortadelo y Filemón reciben el arriesgado encargo de probar dichos artilugios, pese a su inicial y férrea resistencia. Así, se verán convertidos en lombriznam, una especie de perforadora ambulante que puede moverse bajo tierra. O en cenizoman, para que nadie pueda atacarles pues a todos los que se les acerquen le traerán más desgracia que el D.D.T. a los mosquitos. Finalmente, convertidos en paquiderman, con objeto de dotarles de una pisada tremenda y demoledora, Mortadelo provocará una explosión horrorosa, y la T.I.A. con todo su personal, desaparecerá de su emplazamiento, para reaparecer del revés ante la residencia veraniega del príncipe Aki-Hito.