Para desgracia de Catone, su más enconado rival, Dog Moran, llevaba varios meses amañando el resultado de las carreras de galgos sin que nadie hubiese descubierto cómo lo hacía. Con este motivo, Elliot Mouse y sus Intocables son requeridos por la Comisión Nacional de Juego para ayudar al agente Robert Camenbert a resolver el misterio. Su primer paso consiste en intervenir el teléfono del cuartel general de Dog Moran, conectándolo a un piso cercano desde el cual vigilan todos sus movimientos. Así, poco antes de que empiece una nueva carrera, escuchan cómo Moran, hablando por teléfono con un personaje desconocido, decide qué galgo debe ganar. Los Intocables salen rápidamente hacia el canódromo para tratar de descubrir cómo se realiza la trampa, dejando a Robert al tanto del teléfono... Pero lo que no sospechan es que, en cuanto se marchan, Robert llama a Catone para informarle de todo...