Si hay algún lugar de España donde los efectos del cambio climático se hacen más presentes es en el Delta del Ebro. El territorio se hunde por la falta de sedimentos que antes aportaba el río, el nivel del mar aumenta y la costa año tras año va perdiendo terreno. Jordi Margalef es un agricultor de la zona, hace unos 20 años perdió la casa que tenía en primera línea de mar. Construyó otra a unos 200 metros de la costa y ahora de nuevo el mar acecha las puertas de su casa, mucho más pronto de lo que nunca imaginó. Con el temporal Gloria, buena parte del Delta del Ebro quedó enterrado bajo el mar. La tormenta se llevó el trabucador, un camino que conduce a la península de la Banya, donde están las salinas. También los campos de cultivo de arroz quedaron inundados. Fue uno de los últimos episodios que pusieron en evidencia la fragilidad de esta zona y la amenaza que pesa sobre ella. En la desembocadura del Ebro el mar se ha comido casi 2 km en los últimos 50 años. Guillermo Borés, copropie