La novicia Viridiana, a punto de tomar los hábitos, debe abandonar el convento para visitar a su tío don Jaime quien le ha pagado los estudios. Durante su visita, don Jaime intenta retenerla. Al no lograrlo, un trágico accidente provoca que Viridiana renuncie a ser monja y se quede en la mansión a practicar la caridad cristiana. La llegada de Jorge, hijo natural de don Jaime, cambiará definitivamente el destino de la joven.