Entre Berlín y el Mar Báltico se encuentra una de las regiones con mayor biodiversidad de Alemania: un laberinto de lagos, bosques, colinas y valles, muchos de ellos aún inexplorados. El área es el hogar de grandes aves rapaces: el águila de cola blanca y su prima mucho más rara, el águila moteada menor y el águila pescadora. Las aguas cristalinas de los lagos de la región están llenas de vida: los lucios acechan a sus presas, los "corales del norte" florecen, las nutrias buscan comida y las tortugas de estanque europeas construyen sus nidos en la orilla. El desierto secreto del norte de Alemania es un excelente ejemplo de conservación exitosa.