Descubren el cadáver del padre de la niña desaparecida en el río. Podría ser una muerte casual, pero todo indica lo contrario. Ese hombre dijo saber cosas sobre el sargento primero Hugo Reyes, y poco después aparece muerto, con el cuello roto, como Hugo. Ese suceso lleva a la sargento Elgueta y al teniente Cuesta a seguir investigando. Entre tanto, Paula sigue recibiendo amenazas e intimidaciones por su relación con Alfredo, pero nadie sabe la verdadera naturaleza de esa relación: pura y genuina amistad. Alfredo estaba enamorado de alguien muy distinto: Hugo.