La casba de Argel es mucho más que una medina, mucho más que el barrio más antiguo de la capital y más que el lugar reconocido en 1992 por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, por su interés cultural e histórico. La casba es el corazón del país y late en función del propio sentir de Argelia. Un pulso que se ha mantenido en paralelo con los acontecimientos más sobresalientes de su historia.