Montalbano despierta con la noticia de un cadáver descuartizado dentro de una bolsa, aparecido en un campo de alfarero. Todos los indicios apuntan a un ajuste de cuentas mafioso, por traición. Pero Montalbano descubre que su subalterno, Mimi Augello, está demasiado interesado en llevar este caso. Lo que parece ser un simple lío de faldas se complica según avanzan sus investigaciones.