El inspector Fazio ha desaparecido. El policía no está en su casa, su teléfono móvil está apagado y no ha acudido a la cita médica a la que debía ir acompañando a su padre. Montalbano está convencido de que Fazio ha debido de comenzar por su cuenta una investigación y, probablemente, se encuentra en apuros. Siguiendo las pistas y la información de un testigo ocular, todo apunta a que ha sido capturado por unos criminales. Montalbano, afectado por la desaparición de su compañero, intenta por todos los medios encontrar al inspector vivo.