El fotógrafo catalán Rafa Seguí ha recorrido los cinco continentes retratando a los mejores deportistas del mundo. Su vitalidad, su dominio del revelado en color y su don de gentes han marcado su trayectoria. El 30 de julio de 1980, durante los Juegos Olímpicos de Moscú, consiguió una imagen única en un momento histórico. Y vivió unos cuantos desde que, de joven, empezó a trabajar con su hermano, el también fotógrafo Horacio Seguí. A lo largo de su trayectoria, extensa y variada, Rafael Seguí también ha fotografiado temas políticos. No en vano, se implicó en la lucha contra el franquismo, aunque fue en la fotografía deportiva donde se especializó. Al llegar los Juegos de Barcelona, su carrera dio un tumbo porque aparcó la cámara para coordinar a los fotógrafos que cubrieron la cita olímpica. La experiencia fue tan satisfactoria que a partir de entonces se dedicó a aquel trabajo no sólo en los Juegos Olímpicos venideros sino, también, en competiciones internacionales de diferentes disci