El trabajo de Joan Fontcuberta, uno de los fotógrafos españoles más laureados a nivel internacional, juega con la verdad y la mentira invitando a la reflexión sobre lo que nos muestran las imágenes. En los años noventa, tras un viaje a Rusia, ideó un proyecto que provocó un gran revuelo. Anteriormente, este catalán ya había realizado proyectos con la misma filosofía, como Herbarium o Fauna, sobre especies vegetales y animales inexistentes, en los que había falseado la realidad para que pareciera cierta. Es habitual, pues, que los trabajos del único español que ha ganado el premio Hasselblad, considerado el Nobel de la fotografía, creen sorpresa. No en vano, el jurado que le otorgó este preciado galardón destacó que es uno de los fotógrafos contemporáneos con más inventiva, lo que años después demostró de nuevo con el proyecto sobre el supuesto fotógrafo valenciano Ximo Berenguer, para el cual incluso consiguió la complicidad de instituciones importantes.