En el medio de una de las mejores representaciones de monte mediterráneo, se encuentra el Parque Nacional de Monfragüe, como un rincón mágico que, debido a diversas circunstancias, se ha convertido en el lugar elegido por miles de aficionados a las aves, para ver de cerca a la emblemática águila imperial, al buitre negro y a la cigüeña negra, que cada año acude fiel a su cita desde África. Un paisaje lleno de color, de sonidos en el otoño con la berrea de los ciervos y de olores de infinitud de plantas aromáticas que lo caracterizan. Este parque fue zona de paso histórica de ganado, mantiene su cultura y sus huellas de nuestro recorrido por sus bosques, riberas y quebradas.