El Parque Nacional de Garajonay, situado en el corazón de la isla de la Gomera, es una de las escasas y más importantes representaciones de la denominada Laurisilva, un bosque fascinante y siempreverde que debe su nombre al parecido que las diferentes especies de árboles que la configuran tiene con los laureles. En todos los estratos del bosque, la representación de las especies de flora y fauna tiene la mayor y mejor valorada representación de endemismos de la Unión Europea. Un paisaje volcánico erosionado nos muestra las raíces de los antiguos volcanes a través de los denominados Roques, entre los que el de Agando se muestra de forma sorprendente en el paisaje. La presencia de aves es muy llamativa, destacando por su singularidad las palomas rabiche y la turqué. Los habitantes de la isla siempre han tenido en cuenta la extraordinaria importancia para la presencia del agua en el parque y en todos los desfiladeros y barrancos que se dirigen hacia el mar.