Los españoles vuelven a invertir sus ahorros en segunda vivienda. El apartamento en la playa, procedente de la burbuja y en manos del banco malo, concentra en Castellón su oferta más numerosa. Lo que antes se vendía por 200.000 mil euros ha bajado a más de la mitad. En Marbella el ladrillo de lujo se lo reparte, en su mayoría, el turista británico. Con las comunidades autónomas intentando regular el alquiler vacacional, quienes viven de arrendar pisos a turistas se preparan para el que puede ser el último verano sin ley. Profesores, camareros y médicos rechazan en Ibiza puestos de trabajo por no poder pagar el alquiler. La isla y su ciudad tienen las rentas más caras de España en estas fechas.