Los castillos de Bragança, en Portugal, y Coca, en España, aún siendo fortalezas de demostrada capacidad militar, también vivieron tras sus muros amoríos que fueron llevados hasta los límites El impresionante castillo de Coca, que se alza en Segovia desde el siglo XV, es uno de los mejores ejemplos del estilo gótico-mudejar español. Diseñado por un arquitecto de origen musulmán, el ladrillo, y no la piedra, es su principal elemento. Sus moradores, la familia Fonseca, protagonizó grandes hazañas y también historias de amor indestructible. Muy parecido a lo acontecido en el histórico castillo de Bragança, dónde, aparte de historias de adulterio y traiciones amorosas, una joven se marchitó por amor en una torre que hoy se conoce como “La Torre de la Princesa”.