Samuel se abre a Lucía y le cuenta su triste pasado. La joven está cada vez más enamorada; aprovechando la coyuntura, la invita a una cena a solas en su casa, a pesar de la desaprobación de los Álvarez Hermoso. Lucia acude a la casa de Samuel y le regala la obra que le compró restaurada, y Samuel le declara que siente algo por ella. Las vecinas de Acacias acuden a la invitación de Leonor a la chocolatería. A pesar de las suplicas de su madre ella sigue con su empeño de hacer partícipes a sus vecinos de que Casilda es su hermana. Rosina apesadumbrada, revela en público que Casilda es hija de Maximiliano; se marcha en busca de Cesáreo para hacerle un extraño encargo.