En la República Democrática del Congo, a los motivos de sobra conocidos por los que un menor de edad puede acabar viviendo en la calle —la pobreza o la guerra— hay que añadir el del miedo: miedo a que el niño sea un 'shegué', un brujo, un servidor de fuerzas oscuras y temibles. Moïse 'Che Guevara' Mbaya lo tiene claro: los 'shegués' no existen, y a nadie piensa cerrarle las puertas de su orfanato, en el que decenas de niños sin hogar se refugian de la violencia y la exclusión.