Se dicen cristianos, pero en la comuna Nueva Generación, en el estado indio de Mizorán, no hay biblias ni crucifijos. Ziona no solo es el líder de una comunidad religiosa en la que todos esperan alcanzar la inmortalidad, sino también cabeza de una familia de 164 miembros: la mayor del mundo. En el vecino pueblo de Baktawng hay muchos que creen que Ziona es un dios; otros, su enviado, y unos pocos, un farsante.