Aunque las cosas siguen revueltas desde la llegada de Yuma, Álvaro encomienda a Bea la espinosa tarea de elaborar y presentar ante los jefes de departamento el plan de reducción de costes. En su línea, Richard incluso trata de humillarla en público, pero la secretaria no se amilana y se defiende, dando muestra una vez más de su lealtad hacia Álvaro, que observa toda la escena sin ser visto.