El Dr. Proust se sorprende al ver a la Sra. Garnier, una paciente con cáncer de páncreas. Mientras, Vincent, un joven violinista que ha venido a tocar para los enfermos, tiene que interrumpir su concierto al sentir que una de sus manos se le paralizaba. Por su parte, Hugo se subió a una furgoneta y volvió a saborear la vida en los brazos de Nina.