El Príncipe de Gales viaja a la capital española acompañado del duque Buckingham para pedir la mano de María Ana, hermana del monarca. El enlace es visto como una amenaza por Fray Emilio Bocanera, presidente del tribunal de la Inquisición, y Luis de Alquézar, secretario real de los Austrias. El capitán Alatriste es contratado para interceptar a los dos ingleses.