“A mí me enseñó una familia de mi padre, que no tenían pa jalar”, nos cuenta Pilar mientras todavía utiliza este antiguo telar. “Esto es muy complicado, aprender se aprende pronto, lo que más se tarda es en labrar”. Y es que esta señora de Castilblanco todavía tiene mucha vitalidad para seguir tejiendo y así lo demuestra en Puerta con Puerta, utilizando los restos de una camisa.