A lo largo del siglo XIII, la Orden del Temple consiguió levantar una compleja estructura político militar. En Extremadura tuvieron un notable éxito en el Bayliato de Jerez de los Caballeros. Los templarios tenían como finalidad recaudar dinero, para ser enviado a Oriente y así sostener la cruzada cristiana en Jerusalén. Más que acumular y ocultar tesoros, los templarios gestionaron riquezas que les dotó de un poder internacional, generando envidias y resentimiento entre los reinos cristianos. Fue solo cuestión de tiempo que los templarios cayeran en desgracia y fueran perseguidos hasta su trágico final.