En julio de 2012, ocho años después del anuncio del proyecto de instalación de un polo petroquímico en Tierra de Barros, asociado a un oleoducto hasta el puerto de Huelva, la Declaración de Impacto Ambiental ministerial lo declaró inviable, dando la razón, no a los argumentos propuestos por parte de la promotora, sino a los mantenido por la Plataforma Ciudadana refinería No.
El triunfo de los ciudadanos empeñados en saber y preguntarse, merecía ser reconocido, pero casi nadie lo hizo. “El lince con botas” se presta a ellos desde la complicidad confesa…