En Europa se codeó con la realeza, conoció al insigne Julio Verne, sobrevivió a escaramuzas y batallas, inició negocios y se mostraba valiente al lanzarse a aguas y atravesar ríos.
Aquel Tajo poderoso que atravesaba siglos y cortaba montañas, no parecía dispuesto a darle consuelo. Sin embargo, el capitán Paul Boyton inició su travesía en solitario, flotando como el corcho sobre el agua con su increíble traje de cauucho.