Perdida en el mar, Yolanda es encontrada por una familia de focas y una familia de delfines, más muerta que viva. Mientras se debate entre la vida y la muerte, tiene un sueño premonitorio en el que su padre, el Corsario Negro, le muestra qué pasaría si ella muriera. Ve a Wan Guld victorioso, exigiendo el Tesoro de los Corsarios y asesinando a su amigos. La madre de Yolanda, Honorata, la Rosa Negra, también insta a Yolanda a que “luche por el bien”. Yolanda comienza luchando por sobrevivir. Los animales que Neala ha llamado para que la ayuden la llevan hasta el barco de Wan Guld donde sus amigos están cautivos. Yolanda urde un plan para rescatar a Morgan, Emilio y Carlitos y los cuatro juntos rescatan a Neala, Mako y Carmaux. Todos ellos juntos se deshacen de los soldados de Wan Guld uno a uno hasta apoderarse del barco. El taimado Wan Guld propone un trato a Yolanda: le contará la historia de su padre y su madre a cambio de que él, sus gatos y Valera sean abandonados a la deriva en el