Mortadelo y Filemón reciben el encargo del Super de detener al famoso Billy el “Horrendo”, autor del atraco del Banco Jeando. Aunque la misión no despierta el más mínimo interés en nuestros agentes, dada la corpulencia del interfecto y su proverbial mal genio, pronto se verán involucrados en una persecución interminable, siempre a la caza del dichoso maletín donde Billy esconde el producto de su robo. Su celo profesional les lleva a ganarse la confianza del caco, haciéndose sus cómplices y pasándolas canutas para no ser descubiertos. Lo que llevará a Filemón a situaciones tan deslucidas como la rápida ingestión de uno de sus zapatos, incluido el calcetín de Billy el “Horrendo”.