En su afán de presentarse ante Cheesecago como un benefactor, Catone había logrado construír en tiempo récord Kitty Island, un gigantesco parque de atracciones, y si bien esta vez podía respirar tranquilo, ya que los Intocables habían acudido al lugar sólo como visitantes, Catone iba a tener otros motivos de preocupación. Para su desgracia, Tom Clown y su trouppe de ratones locos, llegan al parque dispuestos a vengarse del malvado gángster, saboteando todas las atracciones. Los visitantes corren serio peligro, especialmente Deborah, Robin, Junior y Moony, que quedan colgados en lo alto de la noria. Para rescatarla, los Intocables recurren al fabuloso Armstrong 326 que, actuando como un improvisado camión de bomberos, lleva a Elliot hasta lo alto de la nora, justo a tiempo de rescatarlos. Lejos de sentirse frustrado por el rescate, Tom Clown dirige sus miradas hacia otra parte: el coche de los Intocables, y aprovechando un descuido de éstos, se hace con él. A partir de