Con Dog Moran en la cárcel, Al Catone trata de apoderarse del territorio de su rival, centrando su atención en la lotería de beneficiencia del Ejército del Queso y la Paz. Así, mediante amenazas, consigue que las asustadas voluntarias que se encargan del sorteo le otorguen el segundo premio como tributo. Al enterarse de los hechos, los Intocables acuden en ayuda de las voluntarias, pero éstas les rechazan, culpándoles de allanar el terreno a Catone con la detención de Moran, y planean por su cuenta cómo librarse del malvado gángster, solicitando los servicios de un pistolero que las proteja, mediante un anuncio en el periódico. El trabajo recae en un pequeño y sombrío matón llamado Gus Guns, que revela enseguida su verdadera naturaleza. Guns, no contento con el salario obtenido por librar a las voluntarias del acoso de Catone, exige a éstas que amañen el sorteo para que siempre le toquen a él los tres premios. Las voluntarias, presas del pánico, se dan cuenta de su error