Nuestros queridos Mac y Mic nos llevan en esta ocasión hasta la antigua Grecia. Atenas vivía tiempos de esplendor en la filosofía, la literatura, las ciencias, las artes, el atletismo -inventaron las famosas olimpiadas-, y, por supuesto, el fútbol. Sin embargo, el fútbol griego tenía un problema: como Atenas era una democracia en la que todos tenían voz y voto, cuando el árbitro no había visto una jugada, debía consultar a los espectadores... ¡y así no había forma de poner de acuerdo a los aficionados de uno y otro equipo! Justo antes del partido de máxima rivalidad entre el Deportivo Ateneo y el violento Batallón espartano de fútbol, Mac-Pitárgoles, antepasado griego de Mac, propuso la incorporación de los árbitros asistentes. Ellos le ayudarían desde las bandas indicándole lo que el árbitro principal no pudiera ver. Finalmente, y tras una lucha titánica, el juego limpio del Deportivo Ateneo venció, gracias a la infalible táctica de la triangulación implantada por su entrena