En la isla de Creta todo transcurría placenteramente. Los cretenses presumían de su complicadísimo laberinto, de su temible Minotauro, y se lo pasaban en grande con el ajedrez, la fiesta de los toros... y por supuesto, con el fútbol, su entretenimiento favorito. Como los habitantes de Creta eran sumamente pacíficos, durante mucho tiempo en sus partidos de fútbol no hubo faltas. Por desgracia, todo cambió cuando un terrible equipo, el Nefastos Fútbol Club, irrumpió en la competición. Para acabar con el mal estilo del Nefastos, Mac-Decretón, antepasado de Mac, creó la regla de los lanzamientos de tiros libres y puso un poco de orden. Esta novedad fue muy bien recibida por los equipos que amaban el juego limpio, como el Triada Fútbol Club, el equipo del gran Tauros Minos. Precisamente el lanzamiento de un tiro libre a cargo de Tauros Minos, sería decisivo en el resultado final del campeonato cretense.