DARTACAN, los TRES MOSQUEPERROS, POM y el REY, se pasan la noche en el bosque y después se preparan para proseguir su viaje a París. El REY decide disfrazarse como un mosqueperro para que nadie le reconozca, y para evitar un posible segundo intento de secuestro. Los hombres de RICHELIEU, que les han estado siguiendo, aparecen cuando ellos pasan por delante, y les acusan de estar tramando una conspiración. El REY está a punto de desvelar su identidad pero DARTACAN le aconseja que no lo haga. Aunque en desventaja numérica, los mosqueperros comienzan a luchar contra los hombres del cardenal y consiguen escapar. Ellos llegan a París sólo para descubrir que BLANCBEC (el impostor) ha sido advertido acerca del rescate del REY, y ha huido. La REINA está encantada de ver que su marido “ha vuelto a la normalidad”. El REY les pide a los mosqueperros que no digan absolutamente nada acerca de lo sucedido. Él también les pide que vuelvan a integrar su guardia personal porque, siendo los únicos conoc