La increíblemente hermosa directora de un equipo de gladiadores extranjero llega a Cornucopia para organizar un combate contra Fracas y los demás. Gladis se da cuenta de que su sorprendente belleza es suficiente para derretir las reservas de cualquiera y que las condiciones del contrato son demasiado favorables para el equipo visitante. Sinus le ha ofrecido incluso entregarle la Academia de Gladiadores si pierden. Al ver los retratos de sus rivales, también Fracas se preocupa: son bárbaros asombrosamente guapos que, sin duda, le eclipsarán en el foso. Se les ocurre una solución: Gladis abrirán un salón de belleza para intentar mejorar el aspecto de los cornucopianos antes del combate. Todos empiezan a sentirse a disgusto con su aspecto: Hocus quiere ser más alto y cortarse el pelo, Rumpus quiere estar más delgado, a Fracas no le gusta su barbilla y a Arena le gustaría ser más frágil y femenina. Comodus y los otros alumnos insisten en ir más a la moda y tener un trasero como el de Glute