Sinus y los demás se dan cuenta de que la Cantina y las calles de Cornucopia se encuentran repentinamente atestadas de gente. Además, por primera vez en la isla, se está denunciando todo tipo de robos, incluso los cascos y las armas de los gladiadores empiezan a desaparecer de la Academia en cuanto sus dueños se despistan. El misterio se resuelve cuando, tras ser capturado por el Equipo de Gladiadores, el cabecilla de los delincuentes, Abusius, confiesa que Gluteus ha decidido convertir la isla en una colonia penal y ha vaciado las prisiones y enviado a Cornucopia a toda la población criminal de Roma. Pigula los conoce a casi todos de los años que pasó encarcelado en Roma y se erige como portavoz. Incluso aprovecha la ocasión para desafiar a la Academia de Gladiadores: convictos contra cornucopianos. A Sinus le encanta la idea, porque así podrá librarse de ellos, así que les concede la oportunidad de redimirse luchando contra los gladiadores. Si pierden, deberán abandonar la isla sin d