Justo cuando los reclutas empiezan a quejarse del riguroso entrenamiento a que les someten nuestros héroes, entra en la Academia un nuevo gladiador: Sporadicus. Es grande e imponente, lleva una armadura reluciente y tiene complejo de superioridad. Asegura que él fue el primer gladiador, que casi inventó los Juegos y sabe todo lo que hay que saber sobre sus orígenes, los tipos de gladiadores, anécdotas, etc. Fracas y los demás desconfían del guerrero fanfarrón, especialmente cuando cautiva a todos los reclutas con sus increíbles batallitas. Lo peor es que ha convencido a Rumpus de que debe dejar la Academia y convertirse en una estrella aún mayor en Roma. Sus hermanos no logran hacerle ver que su sitio está en la Academia, así que Rumpus se traslada a Roma, donde todos se burlan de su enorme tamaño, su calvicie, su bondad... Sin embargo, Sporadicus le hace creer que todos le consideran un ídolo. Entonces nuestros héroes descubren la verdad, que Sporadicus no es un gran gladiador, que si