Un nuevo caso para Imma Tataranni. Aparece el cuerpo sin vida de un joven. Su nombre es Nunzio, y la fiscal se encarga de dar la noticia a su joven novia Milena. Todo apunta a sospechar del hermano de ella como culpable del crimen, ya que tiene un carácter agresivo e impulsivo. Mientras se va avanzando en la investigación, Imma tendrá que atender otros asuntos personales, como los problemas con su hija a la que no quiere dejar ir a un concierto, la enfermedad de su madre, y en esta ocasión una reunión de antiguos alumnos de instituto a la que no le hace ninguna ilusión ir, pero que resulta interesante por las pistas que encuentra en el lugar de la celebración.