Las dramáticas situaciones que Silvia se encuentra en el hospital a diario hacen que intente convencer a Corrado para que este mejore las condiciones de los trabajadores de la cantera. Pero su posicionamiento no es bien visto por su marido aunque ella no se detendrá ahí provocando la admiración de Brando. Tommaso, el preceptor de los niños de la mansión, y Maddalena cada vez se sienten más cercanos.