Esta pareja de 470, que ya se estrenó en Sídney 2000 logrando una sexta plaza, llegó a Atenas con dos medallas de bronce, en los Mundiales de 2001 y 2002, además de la plata en el Europeo de 2002 y el oro en el de 2003. En Grecia, las grandes favoritas en la clase 470 eran las anfitrionas Sofía Bekatorou y Aimilia Tsoulfa, que habían ganado los últimos cuatro campeonatos del mundo en esta categoría, por lo que sus rivales se centraron en completar el podio que encabezarían ellas. La pareja española entró entre las cinco primeras en seis de las once regatas, pero la regata final la afrontaron con una ajustada ventaja de tres puntos la regata final. Retuvieron por un solo punto la segunda plaza y se colgaron la medalla de plata, en detrimento de la pareja sueca formada por Therese Torgersson-Vendela Zachrisson, bronce en esos Juegos. Natalia Vía-Dufresne y Sandra Azón dejaron de navegar juntas pero siguieron compitiendo un tiempo más. A día de hoy, continúan vinculadas profesionalmente a