Orlando Ortega tenía opciones de medalla y, para ello, era necesario asegurar la salida. Tuvo una buena reacción, pero los primeros siete pasos hasta la primera valla fueron muy lentos. Después de las tres primeras, pensando que ese era el momento, apretó. Cuando ya vio la meta, solo tenía en mente tirarse de cabeza. Así, consiguió la medalla de plata. Al terminar, Ortega miraba al cielo emocionado, dedicándole la carrera a su abuela. Gracias a ella, que fue atleta y participó en México 1986, entró en el mundo del atletismo. El camino a Río 2016 no fue fácil, hasta última hora, Ortega no supo si iba a poder competir ya que necesitaba el visto bueno de la IAAF. Y es que, debido a las normas de esta, tuvo que estar tres años ausente de competiciones internacionales al nacionalizarse español. Esta plata fue su primera medalla olímpica, a la que ha sumado dos bronces: uno en el Campeona"/>