El velódromo olímpico Oaka fue el escenario de una cosecha de medallas mayúscula para el ciclismo en pista, que hasta Atenas 2004 había cosechado dos medallas -Barcelona 92, con Moreno Perpiñán; y Joan Llaneras en Sídney 2000- y que se fue de los Juegos griegos con cuatro medallas más. El cuarteto formado por Sergi Escobar, Carlos Castaño, Asier Maetzu y Carlos Torrent fue medalla de bronce en la modalidad de persecución por equipos. Las opciones españolas de cosechar una buena actuación ganaron enteros por el gran inicio de la prueba, en el que el conjunto impuso un ritmo alto con una velocidad de 60 km/h y 14 sg por vuelta. En esa pelea por el tercer puesto, el principal rival era Alemania, que ostentaban una mayor experiencia que el combinado español y tenía más opciones de alcanzar el podio. Sin embargo, los germanos, que salieron con fuerza, no pudieron mantener el ritmo y no llegaron a alcanzar el tiempo de los españoles. El oro fue para Australia y la plata para Gran Bretaña. En